BODA REAL 2011
Hoy quisiera hacer un paréntesis en mis reflexiones debido al caudal de acontecimientos sucedidos últimamente para hacer unos comentarios a cerca, no de la beatificación del Papa Juan Pablo II o del asesinato de Osamma Bin Laden; sino sólo a cerca de la boda real, y más específicamente del vestido de novia ¡que por fin alguien lo tuvo más feo que el mío! ¡Oh pobre! y pensé enseguida que a mí nada más me lo vio poca gente pero a ella literalmente ¡todo el mundo!, felizmente pareció no importarle. Desde antes estaba elucubrando si desbancaría a la princesa Leticia, pero pensé que, bueno, ya había gozado lo suficiente con la admiración de muchos por su vestido de novia y ya le tocaba que la desbancaran, pero ¡qué sorpresa! cuando voy viendo esos encajes, con decir que ahí me gustó más el mío, con similares arreglos pero el mío era plateado, la verdad, y se veía de mejor calidad y el velo no se me embarró en la cara por lo menos; y ya nada más para concluir, los preciosos uniformes de los príncipes no les lucieron tampoco nada por lo desgarbado de sus poses, y esos pelos, creo que ni se han de haber bañado; lástima, no cabe duda que el tesoro de la juventud y el dinero no lo es todo. Estuvimos comentando mi esposo y yo la diferencia con el príncipe Felipe, que aunque al parecer está más alto que ellos, no se joroba para nada y qué porte mantiene todo el tiempo; pues si no es fácil ser rey o príncipe muchachos, nada más por haber heredado, hay que trabajar muchísimo más que los plebeyos, y ni modo, cada quien con su cruz…
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